Te ha consagrado tu Dios
para que seas piedra que a todos sostenga,
para que entre tus manos casi estallen las redes,
y no caigan de tus hombros las ovejas.

Te ha preferido el Señor para que entregues tu vida
hasta las últimas consecuencias,
para que seas el primero en creer y en amar,
rociando con tu sangre nuestra tierra.

Te ha elegido el Señor, preferido de Dios,
eres nuestro pastor según su corazón,
siervo del Salvador.

Te ha preferido el Señor
para que no haya horarios en tu entrega
y trabajes en la viña con vigor y osadía,
para que el lobo en el rebaño no haga presa.

Apóstol del Señor,
no desfallezcan tus manos en la prueba,
ni rindas armas ante el poder de la muerte,
tú nos enseñas a vivir con entereza.

Te ha elegido el Señor, preferido de Dios…