Madre, tú bien lo sabes…
Madre, tú bien lo sabes,
yo he vivido doliéndote,
yo te he dolido mucho
para poder nacer,
para poder vivir.
Madre, tú bien lo sabes,
tú siempre lo supiste,
que eres tú quien me entrañaba,
que eres tú quien me sigue cuidando;
que es tu paso y tu vivir
el que sostiene mis latidos.
Madre, no sé por qué me quieres tanto,
si yo he seguido consumiéndote,
dime por qué me estrechas tanto…
Madre, ahora lo sé,
tu secreto es Jesús en ti,
si me acurruco en tu regazo
le veo a Él en tus entrañas,
aquí y ahora está presente,
puedo sentir su ternura y su calor.
Madre, tú bien lo sabes,
por fin canta la primavera,
¡primavera en mi tierra,
gracias a ti, gracias a ti!